Por Christián Gutiérrez
Inicia una nueva legislatura en Michoacán (la 76) y con ello, nace una nueva oportunidad para que a Michoacán le vaya mejor. Cuarenta diputadas y diputados arrancan con buen ánimo y con el objetivo de hacer bien las cosas; esto es algo cíclico y la fuerza de esas buenas intenciones, pensamientos positivos y proyectos de progreso se deben aprovechar.
En términos generales conocemos la labor de un legislador: legislar (crear o reformar leyes), pero en la práctica también fiscalizan a los otros dos poderes públicos de la entidad, así como a los entes y organismos públicos centralizados, descentralizados, autónomos y municipales de Michoacán. Es decir, tienen el poder para vigilar y sancionar a todas aquellas entidades públicas que no se apeguen a la ley y al buen ejercicio de la política y de la administración pública.
No es menor su función, de ahí su relevancia. Las y los michoacanos en realidad sí tienen mujeres y hombres que pueden beneficiar al estado, solo hay que esperar a que los legisladores michoacanos quieran, puedan y sepan cómo hacerlo.
De los 40 legisladores, 30 estarán prácticamente de lado de Morena y del régimen “bedollista”. Esto puede ser bueno para que todo “pase rápido sin oposición” en el Congreso, siempre y cuando lo proyectado para gobernar tenga un sentido de progreso, transparencia y ética.
Esta mayoría también puede ser negativa, si todo lo que se proyecte de parte de Morena y el régimen “bedollista” tiene componentes de vicio o negativos, de intereses ocultos, de grupo o particulares. Si es así, podrían esperarse años de retroceso para Michoacán.
En suma, esperemos que lo que traigan los legisladores de Morena y sus aliados tenga buenos objetivos y motivaciones, para tener progresos acelerados para la entidad.
Habrá que esperar y observar para comprender a todas las personas que llegan como legisladores. No olvidemos que en 2027 habrá elecciones para gobernador o gobernadora de la entidad y ese será un ingrediente adicional para ver trabajos perfilados a beneficiar a la gente del estado o solo a carreras individuales en el Congreso de Michoacán.
También habrá que ver las estrategias de comunicación de las y los 40 legisladores.
Personalmente esto es lo que más me interesa porque me dedico profesionalmente a la comunicación y el neuromarketing, y tendrá mi atención saber si se van por los trabajos clásicos de “Actividad-Boletín de prensa”, o le apuestan a “estrategias integrales” de neuro-comunicación y neuro-marketing políticos desde un principio.
Lo segundo es integral y facilita la construcción de marca y el posicionamiento de la misma, y dada la gran competencia que habrá entre los 40 legisladores, sugeriría que cada uno se construya como marca persona y como marca política. Habrá que ver qué hacen.
Ahí están los retos. En realidad, habrá muchos más, pero inician la 76 legislatura con buenas intenciones.
Tiempo al tiempo, porque Michoacán no solo merece una mejor clase política, necesita urgentemente que cada político se desapegue del ego que los hiper individualiza y los hace abandonar las buenas intenciones de generar un legado de beneficio colectivo.
*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.